FLOR DE RETAMA: ¿CANCIÓN AYACUCHANA?

Hola Vicente, hola a tod@s,

Interesante el mensaje de Vicente Otta sobre la canciòn Flor de Retama, quisiera informar algunos datos y expresar algunas ideas:

El Día de la Canción Ayacuchana se celebra cada año el 6 de noviembre, en homenaje a Nery García Zárate, quien fue un connotado cantante, recopilador estudioso del cancionero tradicional ayacuchano. Con su hermano Raúl cantaban a dúo. Raúl García Zárate le hacía segunda voz. A Nery le decían "El Pajarillo" por su voz y su interpretaciòn. Ranulfo Fuentes lo recuerda en una canción con ese título "El Pajarillo"

El maestro Ricardo Dolorier, familiares y amigos, quisieron conmemorar los 40 años de Flor de Retama, tratando de devolver el sentido original de la canción que se compuso en defensa de la gratuidad de la enseñanza en 1969. Pienso que no se pretendía decir que la canción Flor de Retama era "la canción" que representa a los ayacuchanos, ni menos aùn "senderizar" los contenidos o manipular al público asistente.

Durante el festival, se presentó el trío Huanta, cantando la versión completa que no fue incluida en el primer disco por falta de espacio y que Martina Portocarrero nunca grabó:

"Los ojos del pueblo tienen,
hermosos sueños,
sueñan el trigo en las eras,
el viento por las laderas
y en cada niño una estrella"

La canción Flor de retama fue interpretada varias veces esa noche del Festival, en versiones distintas, incluyendo la del Coro Tradiciones de Huamanga, el trío Huanta, Amanda Portales, entre otros. No estuvo Martina Portocarrero.

Lo que alcancé a ver esa noche, era el gran esfuerzo que les está costando tanto a los intépretes como al público ayacuchano, para devolver esa canción a su sentido original, no senderista.

Cuando en 1988-89 escribíamos con Abilio Vergara, antropòlogo huantino, el libro "RANULFO, EL HOMBRE" (publicado por CEDAP y TAREA 1989) sobre la vida y obra del maestro Ranulfo Fuentes Rojas, constatamos que dos canciones marcaban la historia de la canción ayacuchana: El hombre y Flor de Retama.

Es indiscutible la calidad de la canción de Ranulfo Fuentes "El Hombre" (sobre cuya autoría algunos ayacuchanos ahora discrepan y discuten) así como es indiscutible el sentido identitario de canciones como Adios pueblo de Ayacucho (wayno que según dicen, algunas versiones de la tradiciòn oral, fue hecho por un huancavelinaco) o la canción Huérfano Pajarillo, expresión de la migración y el desplazamiento ocurrido en sucesivos momentos de nuestra historia. Así también recordamos el profundo sentido de las canciones de Carlos Falconí.

Otra historia es la del wayno Flor de Retama, (todas las canciones tienen su transcurrir histórico) hecha en primera instancia como testimonio de la resistencia y solidaridad con el pueblo huantino, frente a la represiòn violenta del Estado, fue cantada en las tanquetas por los soldados del ejército, fue apropiaciòn de los senderistas, fue sindicada como canción exclusiva de terroristas y fue la canción que sirvió al Grupo Colina para incunsionar en la pollada de Barrios Altos y cometer la terrible matanza que todos conocemos.

Había dos polladas: el Grupo Colina (terrorismo de Estado) no tenía claro en cual de las fiestas estaban los senderistas terroristas (del terrorismo de civiles) y resolvieron entrar en la pollada en la que estaban tocando la canción Flor de Retama. ¿No provoca decir ¡¡Carajo!! ?

Habían sido informados y formados con la idea de que "todo aquel que cante Flor de Retama es senderista, es terrorista" - cuando bien sabemos que no es así.

Una canción es polisémica... y completa su sentido o sus sentidos con la práctica y la recepción de los escuchas...

Toda canción tiene una dimensión social y polìtica, porque mueve el sentido, forma conceptos, genera afectos, impacta el sentir de las personas... y justamente el sentir es parte fundamental de la acciòn volitiva, es decir de voluntad para actuar.

Pienso que la canción Flor de Retama no pretende ser "la canción ayacuchana" y tampoco es "la canciòn de senderistas".

Esta canciòn se inscribe dentro del cancionero andino que va dando testimonio de los acontecimientos históricos y que no es solamente la descripciòn o narraciòn fría de un hecho sino que tambièn expresa una carga afectiva frente a los hechos. Esta carga afectiva puede se interpretada de diversas maneras.

"Dicen que un buen ¡Carajo! es como un ¡Jesús! a la hora de la muerte..." (dicho popular) y sin embargo en la canción "Flor de Retama" también podría entenderse con una carga revanchista frente a los hechos sufridos.

Ahora, también se entiende que a pesar de la sangre derramada (70,000 víctimas, del terrorismo de civiles y del terrorismo de Estado) crece la flor de la retama. La retama como simbolo de resistencia, de vida.

"El dìa de la canciòn ayacuchana" sin duda se seguirá celebrando en interpretaciòn y organizaciòn de sus propios cultores... y no es que se haya inventado el día o el evento para insistir en "Flor de Retama" en términos o con sentido senderista. Al contrario, durante el evento se insistiò permanentemente sobre el contexto social y polìtico que dio origen de la canción.

Envío la letra de la canción Flor de Retama para las personas que en este colectivo no la conozcan.

Flor de Retama
Ricardo Dolorier

Donde la sangre del pueblo
ay! se derrama
allì mismito florece amarillito
flor de retama
amarillito amarilleando
flor de retama

Vengan todos a ver
ay! vamos a ver
en la plazuela de Huanta
amarillito flor de retama
amarillito amarilleando
flor de retama

Por Cinco Esquinas están
los sinchis entrando están
van a matar estudiantes
huatinos de corazón
amarillito amarilleando
flor de retama

Los ojos de pueblo tienen
hermosos sueños
sueñan el trigo en las eras
el viento por las laderas
y en cada niño una estrella,..

La sangre del pueblo tiene rico perfume,
huele a jazmines violetas,
geranios y margaritas
a pòlvora y dinamita, carajo!!
a pòlvora y dinamita! carajo!
a pòlvora y dinamita.

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Abrazos
Chalena Vásquez
Suscrita a la red

Envío en archivo adjunto la ponencia de Kamilo Riveros. "El caso Flor de Retama, una aproximación a la violencia política desde el cancionero popular." Congreso IASPM México 2007.



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18.11.09

¿FLOR DE RETAMA, ES “LA” CANCION AYACUCHANA?

Vicente Otta R.

A propósito del Día de La Canción Ayacuchana, instituida el 6 de noviembre, un grupo de intérpretes y músicos ha convocado a un homenaje por los 40 años de la creación de Flor de Retama, el difundido tema de Ricardo Doloriel.

Sabido es, que este tema es fruto de los sucesos de Huanta-Ayacucho, del 21 de junio de 1969. Cuando el Gobierno militar, liderado por Juan Velasco Alvarado, intentó recortar la gratuidad de la enseñanza, estudiantes y padres de familia realizaron movilizaciones que culminaron con algunos estudiantes muertos y la derogatoria de esta medida gubernamental.

Unos años más tarde, la cantante Martina Portocarrero lo grabó y difundió con bastante aceptación entre el público contestatario y provinciano-andino, particularmente juvenil. Hasta la derrota del sanguinario movimiento, 1992-1993, la canción fue grabada por varios intérpretes y amplió su difusión. La de Martina Portocarrero es la grabación mas reconocida y en algún momento, antes del espanto y sevicia senderista contra dirigentes y organizaciones populares, sensibilizó a ciertos sectores y pudo aparecer como “sinónimo” de la Nueva Canción. En la lógica del trabajo de propaganda, ésta sirvió, no pocas veces, para sensibilizar a jóvenes incautos y ser incorporados a la lucha armada, a muchos otros para utilizarlos en tareas de apoyo. No dejó de cumplir una función práctica a favor de la “guerra”.

En el imaginario social, esta canción quedó vinculada a la guerra desatada por Sendero Luminoso (SL), no a los sucesos de Huanta mencionados.

Pretender hacer de estos 40 años de su creación, el acto central del Día de la Canción Ayacuchana, no solo es un fraude escandaloso si no que tiene perniciosas implicancias ideológicas y políticas. Es tratar de identificar a Flor de Retama con la canción ayacuchana, como si fuera su tema más representativo para “senderizar” ideológicamente esta celebración de todo el pueblo ayacuchano.

Esta manipulación evidencia la nostalgia y adhesión por la “violencia revolucionaria”, que todavía persiste en algunos intelectuales y artistas populares; y de otro, el interés de SL de instituir una fecha de culto a la malhadada guerra que asoló nuestro país. En la cual, según consta en el informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, los que pusieron la sangre y el sufrimiento fueron los indígenas y campesinos (50 mil de los 70 mil muertos), los “desabandonados” de siempre.

LA EPICA NACIONAL DEL SIGLO XX

Si hay una épica que ha vivido nuestro país, en todas sus regiones y clases sociales, ésta es la migración. Es el fenómeno social mas importante del siglo XX y el que ha terminando definiendo las transformaciones sustantivas de nuestro país. Ha sido en suma el que ha definido los rasgos de nuestra modernidad.

Y Adiós pueblo de Ayacucho le canta a este proceso histórico como ninguna canción.
El maestro Raúl García Zárate, dice que Estanislao (Tani) Medina, el legendario Arpista ayacuchano, define la versión final de Adiós Pueblo de Ayacucho, cuando la graba en 1947. Como sabemos esta es una canción anónima recopilada por Tani Medina. Raúl García Z. presenta otra versión, la huamanguina y señorial.

“Adiós pueblo de Ayacucho,
Perlas challay,
ya me voy ya me estoy yendo
perlas challay…”

Refleja la vivencia de millones de peruanos en la migración interna desde 1940, que dura hasta nuestros días y anticipó la emigración hacia países extraños. Canta el recuerdo y la añoranza por la patria, la familia y los amigos.

Huérfano pajarillo, es la otra canción que lamenta el desarraigo, poniendo énfasis en la soledad, la orfandad. Es la voz del Huaccho que deambula por tierras extrañas y que ansía el retorno:

“… Alza tu vuelo
vamos a Ayacucho
donde tus padres
lloran tu ausencia”

De los sufrimientos y desgarros producidos por la migración y que marcaron a fuego a millones de peruanos, estos cantos fueron su mas fiel expresión y tanto dentro como fuera del Perú son entonados por los peruanos presos del desarraigo y la nostalgia. Sin duda Adiós pueblo…es la de más amplia aceptación y reconocimiento. Su condición de Canción ayacuchana por excelencia, es indiscutible.

En este basto proceso, los que abandonaron cálidos valles, arenales y playas también tienen lo suyo. Todos vuelven, de César Miró (que compite con Adiós pueblo…como representación de canto peruano al desarraigo) y El provinciano de Laureano Martínez S., en género de valse dan testimonio de la presencia del canto popular costeño en esta épica nacional. Ambos vieron la luz entre 1938 y 1940, el primero, durante la estadía de Miró en USA y el segundo en Lima.

LA CANCION SOCIAL AYACUCHANA

Para abordar esta reflexión con cierta propiedad, hay que ubicar la canción mencionada en el género Canción social.

Si se tratara de mencionar a alguna canción como representativa de la época de la violencia y que tuviera explícita intencionalidad social, no es fácil la elección, ni Flor de Retama tiene asegurada la nombradía. El Hombre, de Ranulfo Fuentes, es un tema extraordinario. De honda sensibilidad, de lucha y esperanza:

“Yo no quiero ser el hombre
que se ahoga en su llanto,
de rodillas hechas llagas
que se postra al tirano…”

El propio Ranulfo Fuentes dice: “Pueden parecer algo tristes, pero no son trágicas, ni melodramáticas. Los que piensan que “El hombre” es triste, están equivocados... El dolor, Vallejo trataba en sus obras el dolor humano, no de él mismo, tenía una dimensión, una proyección hacia el futuro. Esa dimensión quise dar en “El hombre... La proyección de una vida digna para la humanidad, sin diferencia de clases, la igualdad de justicia, la libertad, que no existan dominantes ni dominados…”.

Carlos Falcóní, es el otro de los grandes compositores que tiene temas importantes como Tierra que duele o Huamanga, que revelan la tragedia de los años violentos.

Si hablamos de una respuesta desde lo más hondo del sentimiento humano, de rebeldía y lucha, pero también de la compasión y la solidaridad, al estilo vallejiano, sin duda El Hombre, es la que traduce mejor el reclamo ante la injusticia y la rebeldía transformadora frente a ella.

Pero la obra perdurable, aquella que soporta el paso del tiempo y sigue inflamando nuestros pechos y escociendo nuestros ojos, no la definen los críticos, las empresas discográficas ni un grupo de intérpretes o promotores políticos. Es la criba del tiempo y la sensibilidad popular la que determina qué canción es la que mejor expresa una época o una épica. Adiós pueblo de Ayacucho tiene mas de 80 años y sigue lozana y vigente como nunca, y nadie ha organizado un evento para declararla “La canción ayacuchana”.

Vicente Otta
Suscrito a la red

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