El Sheraton Lima Hotel &
Convention Center acoge “ La imaginación para sobrevivir”, exposición
de Joan Gil y Michelle Paredes, jóvenes artistas bellasartinos bajo la curaduría
de Nuria Cano. La inauguración será el Viernes 12 de Mayo a las 7:30 p.m y podrá
visitarse hasta el Domingo 4 de Junio.
Horario de visitas: de Lunes a
Domingo de 10:00 a.m. a 9:30 p.m.
Dirección: Av. Paseo de la República 170, Lima 1
Monstruos para sobrevivir
Nuria Cano
Curador
Joan Gil y Michelle Paredes coinciden
en la necesidad de crear un mundo paralelo que responde a su propia
subjetividad al hallarse en un contexto donde la violencia y el individualismo
predominan. Tal escenario es Lima, ciudad que se ha convertido en un lugar de
constante conflicto y donde se ha reducido la confianza en el otro, porque hay
altas probabilidades de ser dañado. Es
por ello que estos artistas crean un universo de personajes y seres que habitan
en sus mentes, llevándolos como ideales al espacio objetivo.
Michelle trabaja “Caracoles del
jardín” para interpretar a través de ellos su propio ser, solitario y a veces melancólico,
que rechaza las actitudes monótonas y cotidianas, pues surgen como mecánicas y
representan la angustia del día a día. Bajo esta lógica, la artista, al
representarse en el taller de grabado como caracol, denota un cuestionamiento a
su propia práctica artística. De este modo, este ser se convierte en un amigo
ideal, alguien verdaderamente sensible a su entorno.
Joan en “Invasión” sugiere la ocupación
de seres imaginarios a la capital, lo cual surge de una ironía relativa a la
arquitectura y los altos edificios que ya no dejan ver lo poco que queda de
paisaje. Así, sus personajes debemos pensarlos como seres reales que nos
confrontan, pues, si fuésemos críticos con los acontecimientos actuales que
afectan a otros y a nosotros mismos, podríamos acceder a la libertad como
alguno de ellos.
Esta exposición muestra las
exploraciones de estos dos artistas en técnicas como el grabado, la ilustración
y el fotomontaje, realizados en los distintos talleres de la Escuela Nacional
de Bellas Artes, donde no es el orden académico de esta el que despierta en
ellos su espíritu creativo. Nos dicen acerca de ello: “Al tener que cumplir con
el cronograma académico, no teníamos tiempo de responder a nuestros dilemas
existenciales”. Para ellos la imaginación es una actitud necesaria para la
sobrevivencia.
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