El Artista Chepenano es un acucioso
investigador de lo contemporáneo que son aquellos RASTROS del arte ancestral,
de las culturas norteñas de los mochicas y, sobretodo, de los Lambayaque; gran
parte de su plasticidad descansa en captar, a su estilo, la herencia de las
líneas y cromatismo que representan las pisadas de la postura del hombre,
frente a la naturaleza y la humanidad, en este caso representado biográficamente
de manera antropológica, la fauna costeña.
Crédito: Vicky Ávalos
El Sheraton Lima Hotel &
Convention Center acoge en sus instalaciones al prolífero
artista chepenano Ricardo Terrones, con su proyecto de exposición denominado
RASTROS. La exposición
podrá ser visitada de lunes a domingo de
11:00 am a 8:00 pm en Paseo de la
República 170-Lima del 11 de mayo al 11 de junio 2018.
En
la obra del artista chepenano, la naturaleza y el hombre abundan e invade, esa
evidencia de huellas, con una meticulosa lectura de la forma que irradia energía
y crea nexos en el tiempo infinito del espectador. Animales que caminan,
vuelan, nadan, se desplazan sobre el lienzo, viajan, transportan emociones,
juegos. La superficie es un tablero de ajedrez, una maqueta, un motivo para expresar
la vida, el amor, y la dicha de ser humano.
Un
artista es, ante todo, un humanista, un elemento del universo, está lleno de
espiritualidad, sediento de vida, dispuesto a morir con pasión por su libertad.
El
hombre artista es consciente de ser parte de la naturaleza, ubica el centro de
su existencia en la inmensidad, y reconoce el valor de cada gota de lluvia o
cada ser vivo.
Ricardo
Terrones es ante todo un hombre, un artista, un elemento del universo diseñado
para ver, entender y representar no lo que la humanidad quiere sino lo que es.
Su obra es una oda al hombre, pero no en su versión académica, sino en la
dimensión de su significado e identidad.
La
humanidad entera se preocupa por verse representada en la obra de los artistas,
como una señal, y estos a su vez refieren que ser artista implica colocar la
subjetividad delante de la existencia. Ricardo Terrones se ha detenido a
contemplar la humanidad de manera objetiva. Lienzo en blanco transporta la
impresión que representa la naturaleza y también al hombre. Su punto de vista
nos propone leer los vestigios de la humanidad como una creación divina, es
decir, que el hombre y su ciencia no es el centro del universo, sino que forma
parte de él, camina, viaja, vuela, descansa, contempla y reflexiona.
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